Hace un par de semanas tuve un intercambio de opiniones sobre la educación en casa en Twitter con Jordi Martí, Joan Moya, Juan Manuel García e Ignacio Andrío. Como aquella red social sólo admite publicaciones de 140 caracteres decidimos continuar el debate a través de nuestros respectivos blogs. Juan Manuel García no tiene blog propio así que hoy publico aquí su aportación al debate (y en próximos días espero publicar la mía).
Anteriormente se publicó:
-El homeschooling, un tema muy gris - por Jordi Martí
-Homeschooling: premisas para el debate - por Ignacio Andrío
-Homeschooling: sin miedo a educar en casa - por Ignacio Andrío
-Homeschooling: la cuestión personal - por Ignacio Andrío
-Homeschooling - por Joan Moya
*************************************************
A continuación, la aportación de Juan Manuel García Albericio al debate:
Uno de los temas importantes que se ha
tocado es la socialización, ese proceso mediante el cual el ser
humano aprende e interioriza en el transcurso de su vida los
elementos socioculturales de su medio, donde asume y toma conciencia
de la estructura social donde aprende a diferenciar lo aceptable, de
lo inaceptable.
En este debate que hemos iniciado lo he
visto representado como un argumento de autoridad, en un sentido
restrictivo, ha aparecido como una demostración que otorga o reduce
significativamente la idoneidad de la educación de nuestros hijos.
Precisamente se ha utilizado como un
argumento de lugar básicamente la idea ha sido, en la escuela
se otorga y en la casa, se reduce.
Comenzare haciendo una máxima que iré
desarrollando:
La socialización es un proceso, y no
esta en ningún lugar en concreto, desde luego no lo esta sólo en la
escuela y tampoco es propiedad de la educación en casa. La
socialización es una característica humana Per se, de su
sociedad, por ser el lugar donde se realiza, en si misma es una
particularidad de todo ser humano, propia, en si misma, y en el
desarrollo de sus peculiaridades morales y éticas e ideológicas es
una labor que incumbe esencialmente a sus padres y al resto de
agentes sociales que estos estimen oportunos.
Siempre ha sido así, excepto cuando se
impuso el actual sistema escolar obligatorio, no es que antes no
existieran escuelas y maestros, pero en esto como en todo desarrollo
social hay luces y sombras que yo también aquí obviare como
anteriormente lo ha hecho otro participante en este debate.
El debate de la socialización es un
absurdo en los términos planteados, de escuela o casa, es razonable
pensar, en todos los casos, que un niño no pasa su vida en la
escuela lo mismo que un niño educado en casa no se pasa el día
encerrado en su cuarto.
En esos mismos términos se podría
argumentar que tampoco mucha o poca socialización asegura el éxito
social, (esto es un absurdo que intencionadamente quería mostrar),
el absurdo permean en esta hipótesis, ¡juntar socialización y
éxito social!
Pero curiosidades de nuestra sociedad,
es un planteamiento propio de la escuela, pues no otra cosa es el
llamado fracaso escolar.
El Estado, ya se cubre y se asegura lo
suficientemente, creando y dando cobijo a la escuela, a la
universidad… como proveedor de las necesidades de el mismo.
En esto la socialización, se emplea
ideológicamente, su fin no es otro que dar a la escuela y a su
cuerpo corporativo, “los profesores”, una base doctrinal de
autoridad, a su quehacer, y cuanto más énfasis hace en esto, un
estado o el colectivo implicado, mas carencias tiene el supuesto
sujeto de esta doctrina, el niño, o el alumno.
Seria interesante para terminar ligar
todo esto con la idea moral de Kant, y también con el desarrollo de
la bondad y la maldad, así como de los juicios de valor que
desarrollo Bertrand Rusell, pero juzgo que es excesivo para seguir
este debate, decir tal vez, que la vida esta llena de opciones,
algunas mas difíciles o menos de tomar y d llevar a cabo y que todos
tenemos nuestras ideas morales y éticas e incluso ideológicas.
La mías por ejemplo no atentan contra
cualquier principio que se admitiría como bueno en nuestra sociedad.
Para terminar una metáfora, que me ha
ocurrido realmente, hace poco puse diez semillas de pasiflora en un
semillero, estuve regándolas a diario, solo una de ellas arraigo, me
sentía feliz, pero al verla crecer me lleve una sorpresa, tenia una
planta de tomate, en vez de la enredadera de la pasiflora.
Me quedare sin esas maravillosas
flores, pero cosechare algún tomate que otro.
Aun así lo volveré a intentar.
Voy a seguir y sin entrar en los
ejemplos personales, que además de ser aburridos, es como al que
siempre que vas a su casa, te hace un reportaje fotográfico de sus
ultimas e intimas, vacaciones, si de esos que le ponen música y las
fotos o se deshacen o van pasando por todos lados, los ejemplos
personales, tienen validez en lo personal, pero tienden a apartarnos
de la idea general. Particularizando, no generalizando.
Quizá no podamos hacer otra cosa, pero
yo me niego, hace mucho leí lo siguiente:
“El humanismo era un sistema de
valores muy fuerte que nació en la modernidad vinculado al género
humano, su moral, su filosofía. Era un sistema progresivo y
optimista. Hoy, todo eso ha cambiado y se ha sustituido el humanismo
por lo humanitario. Lo malo es que lo humanitario es un valor débil
que se basa sólo en la supervivencia y afecta al ser humano como
especie, en vez de como género. Al contrario de lo que ocurre con el
humanismo, lo humanitario es un concepto defensivo y depresivo. Es
decir que, al cambiar uno por otro, hemos salido perdiendo. No sé
siquiera si el humanitarismo puede catalogarse como un sistema de
valores. Durante los buenos tiempos del pensamiento humanista se
creía en utopías; en los tiempos donde domina lo humanitario la
única utopía es la mínima posible: sobrevivir.” Jean
Baudrillard “las elites electrónicas provocaran la aparición
de un cuarto mundo informativamente subdesarrollado”.
Se ha plateado, en este intercambio de
opiniones, el necesario cambio del paradigma de la instrucción en
las escuelas, es sin duda algo que esta en el ambiente, es una
sensibilidad que esta en el colectivo social y esta siendo ya
demandada, el problema es, como siempre, ¿Hacia donde?, y es aquí
donde doy mi opinión;
No va haber ningún cambio
significativo en la instrucción que monopoliza el estado, o las
comunidades autónomas, y aunque parezca ser pesimista, el origen de
lo que expreso no esta en que yo aplaudiría ese cambio, sino que no
creo que las cosas que considero fundamentales como factores de
cambio, cambien.
No cambiara el uso ideológico (no
estoy en contra de la ideología yo tengo la mía, y acepto en
general las del resto, con las objeciones obvias a ciertas o algunas)
que se hace del sistema educativo, no cambiara su estructura
piramidal, no cambiara su ordenamiento normativo, no cambiara su
sistema de gestión, y nunca se aceptara que otros agentes entren en
el sistema a la hora de acreditar títulos o formular nuevos
curriculums.
De esta inmovilidad para adaptarse al
cada vez mas profesionalizado y complicado mundo laboral esta una de
las bases de el alto paro “estructural” que mantiene nuestra
sociedad, también en la poca claridad de ideas de aquellos que
forman parte de su estructura, el sistema ya no es meritocrático, es
funcionarial y dependiente y este es alérgico a los cambios.
El actual sistema tiene garantizada su
existencia por que básicamente es un monopolio de distribución de
acreditaciones.
También el maestro protege su oficio
mediante el espejismo público de que el adiestramiento para
aprenderlos es muy costoso.
Siguiendo algún razonamiento en este
sentido que he leído de alguno de los intervinientes que ponía en
duda o se preguntaba por la preparación.
Por ultimo de esta segunda reflexión
dejo una idea de Iván Illich;
“No podemos iniciar una reforma de la
educación a menos que entendamos primero que ni el aprendizaje
individual ni la igualdad social pueden acrecentarse mediante el
ritual de la escolarización. No podremos ir más allá de la
sociedad de consumo a menos que entendamos primero que las escuelas
públicas obligatorias reproducen inevitablemente dicha sociedad,
independientemente de lo que se enseñe en ellas”.